miércoles, 19 de septiembre de 2012

Embriagada por un vaso pequeño, un atardecer y el recuerdo.


Si fuera un cielo, sería uno naranja, que se va cortando a ras de los tejados,

Tarda en apagarse, pero se apaga, como tú, como yo.

Puedes andar y nunca lo alcanzarás, ambiciones estúpidas traen estúpidas repercusiones

Mi vaso no es grande, pero  hoy puedo beber en él  lo que quiera porque está vació.

Ni una gota de lágrimas, sólo de alcohol, por favor, y cambio el limón por una sonrisa

Quiero que me quiten la ropa, de la inseguridad ya me encargo yo.

Deberías ser cura, tus palabras son como esa religión en la que nunca tuve fe.

Hay razones que trepan a mi espalda, pero no por eso ignoro que existen.

Y sólo atiendo a la razón, de por qué razones no me das, puedo llegar a ser tan idiota…

No esperaré nunca más, si la copa no me gusta la derramaré sobre ti, queriendo o sin querer

Porque sólo fui aquella copa del color naranja del cielo que se cuela por la tela de tu pantalón

Porque era el cielo, y me creía suelo, no quería atraparte, sólo calentarte y  despertarte.